¿Quieres saber qué es un imbornal? Son elementos de saneamiento cuya misión es recoger las aguas de escorrentía que circulan superficialmente por las calzadas urbanas, procedentes de la lluvia o nieve, y de la limpieza de las calles, y conducirlas hacia la red de alcantarillado general.
En función de la pluviometría de la zona y de la pendiente de la calzada, existirán más o menos cantidad en el trazado.
Normalmente se sitúan junto los bordillos de las aceras de las calles.
En cualquier caso, para cada contexto, es necesario realizar un estudio que proyecte la ubicación más optima, aunque habitualmente podemos encontrarlos a distancias aproximadas de 50 metros.
En general están dimensionados para recoger un caudal mínimo de 5 litros por segundo.
Cabe decir que en muchas ocasiones las aguas de escorrentía arrastran todo tipo de sedimentos, restos orgánicos (hojas) y restos de materiales antrópicos (papeles, plásticos, restos de basura, etc.).
Este hecho, junto con la pendiente existente, condicionará la tipología elegida.
Tipos de imbornales
En función de la forma de entrada del agua de escorrentía superficial podemos diferenciar 3 tipos de imbornales:
Imbornal de buzón
Los imbornales de buzón, denominados también, imbornales de bordillo, consisten en unos orificios con forma de buzón situados en los bordillos de las aceras. Estos, por tanto, únicamente podrán ser utilizados cuando exista bordillo en las calles y no se prevea el arrastre de gran cantidad de residuos.
Imbornal de rejilla
Los imbornales de rejilla consisten en unos orificios situados en la superficie de las calzadas que se encuentran tapados mediante una rejilla. Esta rejilla impide la evacuación de los residuos arrastrados, haciendo función de tamiz. Aunque cabe indicar que en ocasiones estos residuos pueden llegar a taponar la rejilla, y por tanto, provocar un mal funcionamiento del sistema de recogida y evacuación de las aguas de escorrentía.
Imbornal mixto
Los imbornales mixtos combinan los dos sistemas anteriores. Consisten en un orificio tipo buzón situado en el bordillo que tiene continuidad en la calzada, dónde se encuentra tapado por una rejilla. Su ventaja radica en la posibilidad de recoger y evacuar el agua de escorrentía a través de la boca del buzón en el caso que la rejilla se tapone. Debido a esta característica es el más utilizado.