En antaño, uno de los materiales más habituales en la fabricación de tuberías para el suministro de agua en los hogares era el plomo. Con el tiempo, han aparecido infinidad de materiales, mucho más sencillos, inocuos, baratos y duraderos, que han ampliado el campo de la producción de canalizaciones. No obstante, aún hoy quedan tuberías de plomo en edificios antiguos y la cuestión es que se las considera peligrosas, pues están fabricadas a partir de un elemento tóxico. En este blogpost, nos centraremos en cuán peligroso es el plomo en las tuberías de agua potable.
Primero de todo y, cómo hemos descrito en otros artículos de blog, una tubería tiene la finalidad de transportar fluidos de un lugar a otro. La cuestión es que, una vez el material está en contacto con un líquido que, además también lo estará con nosotros directamente al beberlo o lavarnos las manos, puede provocar infinidad de problemáticas. El plomo contiene un factor tóxico peligroso para nosotros. Se trata de un metal de una alta toxicidad y está presente en la corteza terrestre. Su uso, además, ha llegado a contaminar considerablemente el medio ambiente.
El plomo en las tuberías de agua potable son peligrosas para nuestro organismo.
Según la Organización Mundial de la Salut (OMS), el plomo es una “sustancia tóxica que se va acumulando en el organismo afectando a diversos sistemas del mismo, con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad”. Además, dicha organización destaca que no existe “un nivel de exposición al plomo por debajo del cual se pueda afirmar que no se sufrirán efectos perjudiciales para la salud”. A pesar de todo, las tuberías de plomo no dejan un sabor extraño en el agua y los efectos negativos en una ingestión prolongada se producen a largo plazo y sí puede ser alarmante.
Si tenemos plomo en las tuberías de agua potable, ¿hay que sustituirlas?
Por todo ello, encontrar tuberías de plomo concebidas para transportar el agua es cada vez menos frecuente. A partir de 1975 otros materiales, como el cobre, fueron los sustitutos del plomo a la hora de crear las redes de abastecimiento de agua potable de las edificaciones nuevas o rehabilitadas. Ahora bien, ¿qué podemos hacer si en nuestra casa hay canalizaciones de plomo? ¿Hay que cambiarlas? La respuesta es afirmativa, puesto que si hay plomo en el agua, ésta debe estar contaminada. Hay que tener también en cuenta el valor de concentración de esta substancia en el agua. Los materiales substitutivos, cómo decíamos, son muchísimos y las ventajas abarcan una larga lista de pros, en todos los casos.
Si bien es cierto que, el plomo presenta también un par de factores positivos, como su alta compatibilidad con otros materiales o el poco mantenimiento que requiere. Dicho lo cual, las desventajas de este material ganan por goleada: y es que además de estar prohibido su uso, se desgasta con el tiempo a pesar de su resistencia.
Hay infinidad de materiales para producir tuberías, en lugar de hacerlas con plomo en las tuberías de agua potable.
Actuar con prevención alarga la vida útil de las tuberías
Una cuestión que hemos de tener en cuenta es que hay que prestar atención al estado de las tuberías para poder alargar su vida útil. Cualquier ruido, fuga o mal olor puede ser síntoma de que algo malo pasa. Desde Hidrotec, contamos con un catálogo de servicios de carácter integral en caso de ser necesaria una rehabilitación, inspección o limpieza de una tubería de saneamiento. La prevención, por otro lado, es también una de las máximas de la empresa, porque permite reducir la gravedad de un posible problema en las canalizaciones.