La gestión de residuos es un desafío global que afecta tanto al medio ambiente como a la salud pública. Con el aumento constante de la población y el consumo, la cantidad de residuos
generados sigue creciendo, haciendo que la gestión eficaz de estos residuos sea más crucial que nunca.
¿Qué es un residuo?
En primer lugar, debemos tener claro que es un residuo. Un residuo es es cualquier sustancia u objeto que sea desechada o se tenga la intención o la obligación de desechar. Un residuo no es necesariamente un elemento inútil de nuestra actividad, existen vías de valorización que pueden darle una segunda vida.
Todo residuo debe clasificarse según el Para realizar la clasificación de los residuos se tiene en cuenta el listado LER (listado europeo de residuos).
Tipos de residuos
A partir de este listado los clasificamos en tres tipos principales:
Residuos inertes
Los residuos inertes son aquellos que no experimentan ninguna transformación física ni reaccionan con el medio ambiente, lo que implica que el comportamiento lixiviado y la ecotoxicidad de los lixiviados y el contenido de contaminación de los residuos son insignificantes respeto al riesgo que supone para la salud humana y el medio ambiente. En esta tipología de residuos encontramos los residuos de construcción, incluyendo la runa, piedra, cemento.
Residuos peligrosos o especiales
En segundo lugar, encontramos los residuos especiales / peligrosos: Se define como residuo peligroso todo aquel que presenta una o más de las características de peligrosidad establecidas por las autoridades competentes tanto a nivel estatal como internacional. Se incluyen también en esta categoría todos aquellos recipientes y envases que hayan contenido productos peligrosos o contengan restos de ellos a menos que se corrobore que ya no presentan las características de peligrosidad originales. Estas características de peligrosidad son:
- Toxicidad: Capacidad de causar un daño grave a la salud humana o a los organismos vivos.
- Inflamabilidad: Posibilidad de incendiarse bajo condiciones normales de presión y temperatura.
- Corrosividad: Capacidad de corroer o deteriorar materiales orgánicos u/o inorgánicos.
- Reactividad: Potencial para reaccionar espontáneamente, generar calor, gases inflamables o se inflama en contacto con agua o aire.
- Explosivo: Capacidad de producir una reacción detonante o explosiva.
Residuos no peligrosos o especiales
Entendemos por residuo no peligroso aquel que no presenta ninguna de las características de peligrosidad establecidas por las autoridades. Esto implica que los residuos no peligrosos no suponen riesgo alguno para la salud, el medio ambiente o cualquier organismo vivo. En esta categoría entra la mayoría de los residuos municipales: papel, plástico, banal, vidrio, banal, etc.
El papel de la sostenibilidad en la gestión de residuos
Actualmente tenemos establecida una economía lineal, que consiste en producir, consumir, generar un residuo. Lo que es esta intentado implementar es un cambio en este tipo de paradigma y enfocarlo hacia una economía circular.
Para realizar este cambio de paradigma debemos tener claro que es la sostenibilidad: es un equilibrio entre los tres pilares fundamentales que son la economía, la sociedad y el medio ambiente.
Economía circular dentro de la gestión de residuos
Para gestionara los residuos enfocándolas hacia una economía circular, hay que tener en cuenta la relación que hay entre las distintas estrategias para la caracterización de los residuos y los principales conceptos de esta economía.
En primer lugar, se tiene en cuanta el uso y fabricación de distintos productos más ecodiseñados, que los podemos expresar en los distintos conceptos:
- REPENSAR: Hacer que el uso del producto sea más intensivo
- REDUCIR: Amentar la eficiencia en la fabricación o uso del producto mediante el consumo de menos recursos naturales y materiales.
En segundo lugar, nos centramos en la prolongación de la vida útil del producto y sus partes:
- REUTILIZAR: Reutilización por otro consumidor de un producto desechado que todavía está en buenas condiciones y cumple su función original
- REPARA: Reparación y mantenimiento del producto defectuoso para que pueda ser utilizado con su función original
- RECODICIONAR: Restaurar un producto antiguo y actualizarlo
- REMANUFACUTAR: Usar partes del producto desechado en un producto nuevo con la misma función
- REUTILIZAR: Usar el producto desechado o sus partes en un producto nuevo con una función diferente En último lugar, hay que tener en cuenta la aplicación útil de los materiales
- RECICLAR: Volver a utilizar los materiales (materiales de mejor calidad)
- RECUPERAR: Incineración de material con recuperación de energía Estas 9R conforman la economía circular y representan las distintas estrategias específicas que se pueden implementar.