¿Por qué es importante la valorización de residuos?
En España se estima que se generan aproximadamente 138 millones de toneladas de residuos anuales, de los que solamente se recicla cerca de un 15%. Año a año, esta cifra va aumentando gracias a las nuevas propuestas de valorización, la concienciación de la población, el endurecimiento de la normativa al respecto y al crecimiento del sector de la gestión de residuos.
En este post os hablaremos sobre la valorización de residuos y todo lo que implica para la sociedad.
¿Qué es la valorización de residuos?
La valorización de residuos es, según la Directiva 2008/98/CE de residuos (modificada por la Directiva (UE) 2018/851), “la operación cuyo resultado principal es que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular”.
Esta utilidad puede consistir en muchas cosas, por ejemplo, su utilización como combustible o otras formas de producir energía, la recuperación de materiales o sustancias orgánicas, pirolisis, reciclaje de materias inorgánicas, etc.
Con todo ello se pretende incorporar de nuevo, en la medida de lo posible, al residuo en el ciclo productivo de la economía, generando nuevas materias primas.
Tipologías de valorización de residuos
- Valorización material: en este caso se trata de la obtención de los materiales intrínsecos de los residuos mediante distintas vías de gestión y de tratamiento, tales como
- Valorización energética: se conoce como valorización energética de residuos su transformación en energía, sea esta electricidad o calor. La valorización energética se valora como opción para los residuos no reciclables, pues si no fuese por este proceso, acabarían en vertederos. Además, la valorización energética supone una disminución considerable de las emisiones de Co2 derivadas de la gestión de residuos respecto a los vertidos en vertederos controlados además de minimizar el espacio destinado a ellos.
¿Todos los residuos son valorizables?
Las características intrínsecas de un residuo determinan los procesos a los que puede ser sometido.
Es más, los residuos industriales, codificados bajo la nomenclatura de la Lista Europeo de Residuos (LER), tienen establecidos unas vías de gestión preferentes dependiendo de sus características.
Dependiendo de su naturaleza, si es peligroso o no peligroso, o inerte; o presenta una amalgama de residuos debido a la mala segregación, se determina si el residuo es valorizable.
Contra más eficiente y exhaustiva sea la segregación de residuos en origen, más fácil será aplicar una vía de gestión.
¿Quién puede valorizar residuos?
Los residuos como tal son valorizables por los distintos agentes implicados desde la generación el residuo hasta su gestión final, pero por norma general se entiende que al hablar de valorización de residuos nos referimos a la gestión que realiza un gestor autorizado. Pero del mismo modo puede hablarse de valorización a una comunidad de vecinos que composta sus residuos orgánicos domésticos, o a quien reutilice materiales de equipos desechados para cualquier fin.
¿De dónde venimos?
Nuestra sociedad fue poco a poco asimilando la segregación de residuos y el reciclaje como una tarea de responsabilidad personal, reduciendo paulatinamente la cantidad de residuo banal. Se parte de un obscurantismo que en gran medida no tenía en consideración la valorización como una necesidad y como una oportunidad.
¿Hacia dónde vamos?
Se han codificado todas las vías de valorización y de eliminación.
La administración cada vez tiene mayor presencia y control sobre la generación de residuos y su trazabilidad hasta planta gestora.
Tanto la sociedad como el tejido empresarial e industrial están aumentando paulatinamente la importancia que dan a sus residuos.
La creciente necesidad de esta actividad está diversificando la economía y fortaleciendo un sector hasta ahora pequeño.
El objetivo final de todo el desarrollo normativo y cultural de la gestión de residuos es esencialmente la minimización máxima de la eliminación y vertido de residuos, encontrándoles una finalidad útil del tipo que sea.